UN DIA DE FIESTA

Se cumplen hoy 77 años desde que amaneció en España la II República. Si los avatares de la historia no se hubieran topado con los ilegales, seguramente en España hoy sería un día festivo.
Y como muchas festividades, unas conmemorando victorias y otras derrotas, siempre mantendría un cierto espíritu festivo-reivindicativo.
Dado que el festivo nos fue arrebatado por las armas, el reivindicativo, que anida en el fondo de las entrañas de algunos que ahora no somos mayoría, no ha muerto a pesar de los ¿consensuados? esfuerzos que la sociedad española viene realizando desde el año 1975 por hacer olvidar del subconsciente colectivo e individual un periodo de nuestra historia que abarcó nada menos que medio siglo. Es tan bochornoso que a la gran mayoría de los españoles nos avergüenza ese periodo del pasado reciente. Muchos sentimientos, demasiados sufrimientos, que han hecho a lo largo de los años que algunos términos sean identificados por muchos españoles y no españoles con sensaciones poco agradables, y arrinconados en el cerebro en el cajón de términos de “mejor no recordar”.
Es por ello que, quienes hemos mamado el dolor en nuestras familias, vecinos y conocidos, durante muchos años, debemos limpiar los términos del cajón de los cerebros, y explicar con claridad que no fue La República la causa de todos los males, sino algunas personas que no la supieron usar y respetar. La República fue el resultado del ansia de libertad y progreso de la gran mayoría de españoles de aquel tiempo, hastiados del viejo régimen y sus consecuencias. Españoles de muchas ideologías que coincidieron mayoritariamente en que el mejor instrumento para avanzar era en ese momento La República.
La República que Pablo Iglesias no pudo disfrutar y que como socialista, en absoluta coherencia, reivindico como referente del pasado para un futuro de libertad, progreso y solidaridad.